Salinas de Fuencaliente

Lugares de interés cultural

La importancia de la actividad salinera

La actividad salinera no solo generó un determinado espacio productivo. Constituyen actualmente espacios de alto interés, como arqueología preindustrial que nos permite rastrear la evolución tecnológica en aspectos como la utilización de la energía eólica para el bombeo de agua de mar hacia los cocederos. Son importantes además porque nos permiten rastrear en oficios desaparecidos o en vías de desaparición, como los mareteros, salineros, canteros, caleros. También nos permite datar y recuperar aspectos tecnológicos, naturales, arquitectónicos, en muchos casos degradados, desaparecidos o simplemente olvidados.

Las Salinas de Los Cancajos

Previamente sorribado el terreno, queda perfectamente delimitado el espacio donde se construye el ingenio salinero: un área principal, que comprende el molino secundario de bombeo, los cocederos y salinas como tal. Dicho espacio queda cerrado por un muro de gran espesor en mampostería ordinaria cogida con argamasas de cal que cierra perimetralmente el área.

El acceso principal al conjunto salinero se hace por el lado este, a través de una ennoblecida portada neoclásica en cantería. La vivienda de planta rectangular y cubierta de teja árabe a dos aguas, sigue el modelo constructivo de la casa alta o sobradada. La planta baja o lonja es el área destinada a servir de almacén o cuarto de aperos y herramientas utilizadas en las labores salineras, mientras que en la planta superior se encuentra la vivienda como tal. El acceso a esta segunda planta se hace a través de una escalera exterior de madera. En la parte posterior se sitúan las construcciones auxiliares de la vivienda, tales como la cocina, el aljibe, la pileta, o el cuarto para encerrar el camello.

La segunda comprende el área más cercana al cantil costero. En este espacio nos encontramos con las salinas primitivas, el tomadero, molino principal, la noria y el salero o almacén de la sal.

Salinas, Los Cancajos

Las Salinas de Fuencaliente

Las Salinas de Fuencaliente, ubicadas en el municipio de Fuencaliente, se asientan sobre uno de los parajes más bellos de La Palma. Un manto de piroclastos y el discurrir de las coladas nos recuerdan a las más recientes erupciones. Sobre estos terrenos se construyó el último complejo salinero de Canarias. El contraste que allí se puede encontrar entre el blancor de la sal dispuesta en los balaches, las rosáceas charcas y tajos, la gama de verdes a modo de pequeñas pinceladas, y los restos de lava volcánica, se plasma a modo de un gran lienzo natural.

Después de sopesar diferentes emplazamientos más idóneos para la producción salinera, se decide su construcción en el paraje conocido como Punta de Fuencaliente, cercano al faro, en dicho lugar confluyen todos y cada uno de los elementos necesarios en la producción salinera, un régimen de vientos moderados, una pluviometría escasa y un número de horas de insolación suficiente.

Ornitólogos, botánicos y científicos se han acercado durante años a mirar a fondo este paisaje, tanto es así, que en 1994, se declara Espacio Natural de Interés Científico. En ese mismo año, y mediante el apoyo de uno de los programas más importantes de la UNESCO, amplían su extensión, alcanzando la actual superficie de 35.000 metros cuadrados y dando vida a ese sueño madurado.

El complejo salinero viene a formar parte de un punto de referencia dentro de las visitas naturales y paisajísticas de la Isla. La sal brilla, no sólo por el sol constante y el calor de la tierra joven, sino también después del ocaso, cuando despiertan los faros que iluminan el sur de La Palma.

Faros

El Faro de Punta Cumplida, construido en su mayoría con piedra volcánica de Barlovento, fue la guía de los navíos y barcazas que surcaban las playas del norte. No obstante, en la actualidad alberga el primer hotel de lujo construido en el interior de un faro en Canarias.

La Punta de Fuencaliente también es el hogar de los dos faros. Uno más moderno, con rayas blancas y rojas, y otro es el antiguo Faro de Fuencaliente, de piedra y recientemente restaurado para convertir la Casa del Farero en una especie de museo.
Villa de Mazo

Charcos para curtir productos agrícolas

El litoral de la Isla también sirvió en épocas pretéritas para completar usos agrícolas que dotaban de un aprovechamiento económico a las familias lugareñas. Dos productos eran los principales en uso. Por un lado los chochos (altramuces) y por otro el lino. Uno para la alimentación, el otro para la confección de vestimentas. En ambos casos, su cultivo se producía en las medianías de La Palma, teniendo que ser trasladados, en la mayoría de los casos por animales de carga a la zona de costa donde la salinidad del mar contribuía a su proceso de curtido y maduración.

Otras industrias antiguas vinculadas al litoral

Durante el proceso de colonización de las islas, y ante la acuciante necesidad de abrigar a la nueva población, las primeras viviendas que se construían se realizaron con materiales inflamables, muchas de ellas fueron devastadas por incendios, hasta que a partir del siglo XVI, se efectúa un cambio progresivo y paulatino en los sistemas constructivos, forzados por el empleo de materiales como la piedra, el barro y otros tipos de morteros.

Por ello, entre los siglos XVI al XVIII, los hornos de cal se difunden por el Archipiélago y, con ellos, los oficios artesanos asociados con el uso progresivo de esta materia prima.

El horno de cal de La Palma suele tener forma troncocónica, con una parte más estrecha en la cúspide, donde tiene una abertura para facilitar el depósito del carbón u otro combustible. En la parte baja se coloca una parrilla, justo por encima de la boca o abertura inferior, sirviendo esta última para ventilar el horno y extraer la cal ya cocida. Ello se conseguía moviendo la parrilla para que cayera el caliche quemado.

El horno de cal de El Guindaste, junto a la Playa de San Andrés, es el más grande y mejor conservado de la Isla. La piedra de cal se traía como lastre en los barcos procedentes de Lanzarote o Fuerteventura para la realización de cemento, y aquí se limitaban a quemarla en hornos, por ello, los principales hornos de cal se encuentran junto al mar.

La otra infraestructura histórica de este tipo en la isla de La Palma es la situada en el barranco de La Pata, en Breña Baja. Construido en los años 40 del siglo pasado, estuvo en funcionamiento hasta 1969, cuando el cemento, más barato y fácil de fabricar, terminó con esta industria.

Horno de Cal, Los Sauces

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